Historias ganadoras

Carita pintada
1er lugar Concurso
historias de mi mejor amigo





Cuando aún era una niña alucinaba con ser bruja, leía las cartas a mis amigas y me imaginaba pócimas secretas para enamorar. El caso era que para ser una bruja completa decidí tener un gato negro. Pero ¿Dónde encontrarlo? Para fortuna mía una vecina me conto que su gata dio a luz a 6 gatitos y no podían tenerlos en casa así que, esa fue mi oportunidad. Todos eran lindos pero solo una era negra, tenía una peculiaridad, la mitad de su carita era blanca, parecía una máscara que la hacía más especial.

Cali llego a casa y creció en mi dormitorio a escondidas de mis padres (después de tantos amigos caninos no soportarían una gata en casa) por lo que comía de todo sin escoger. Como el nombre no era muy común, la llame Calina al menos así no tendría que dar mayor explicación de su nombre.

Dormimos juntas hasta hoy, ronronea muy despacio, siempre tan damita en todo, su elegante andas su suaves maullidos la hacen más bella de lo que es.

Con el pasar del tiempo su pelaje cambio y dejo de ser negra, pero en lugar de desilusionarme simplemente la quise más.

Sin embargo, todo amigo tiene virtudes y defectos; la pequeña era un verdadero terremoto jugaba con todo lo que le llamaba la atención correteaba siempre que podía, detrás de las moscas saltando y colgándose de las cortinas hasta desgarrarlas, destrozos que claro notaron mis padres.

Una noche como otras llegue con su leche para contarle toda mi jornada pero grande fue el susto al ver mi habitación de cabeza y peor aún, la ausencia de mi peluda amiga. La busque pero no la encontré así que me anime a enfrentar a mis padres; la tensión de las miradas era evidente Calina ya conocía a toda la familia… luego de 4 meses de incógnito. Por supuesto que recibí una reta y hasta trataron de obligarme a devolverla pero ya éramos familia y no podía desecharla como papel usado, así que los convencí. Con el tiempo también se gano el cariño de mis padres, les sorprendía como saltaba a mis brazos se acurrucaba como un bebe, estiraba sus patitas para tomar mi rostro y pedirme un beso cada vez que llegaba a casa.

Conoció a todos mis amigos y amigas, algunos que después de muchos años vuelven de visita se extrañan al verla aun viva y sana. Canta conmigo cuando escucho canciones de amor y siempre que alguien me grita, Calina corre a mi encuentro para defenderme. Además se llevaba bien con las dos perritas que habían en casa, jugaban como nuños al “pesca pesca” y compartían su comida intercambiando sus platos a pesar de que cada una tenía un menú diferente por su raza.

Sin importar la hora, siempre me espera cerca a la puerta de calle para entrar juntas al dormitorio de lo contrario Calina no entraría a dormir tranquila. Fue compañía de mi padre cuando mamá se fue a Argentina y ahora es compañía de mamá desde el deceso de papa.

Secó mis lagrimas con sus patitas más de una vez ahora temo perderla por que de vez en cuando deja de comer y sigue a mi lado esperando mis llegadas. Conoce bien sus horarios alimenticios y siempre pide que le abran la puerta para hacer sus necesidades fisiológicas si tiene ser se acerca a la pila, porque es muy exigente no le gusta el agua en reposo debe ser fresquita.

Hasta su forma de dormir es peculiar, se acomoda como una bolita y te da la impresión de que el sueño la venció, su cabecita cae de frente y su carita desaparece en medio de su pelaje ¿me pregunto si puede respirar en esa posición?

Por increíble que les parezca en estos 17 años jamás tuvo gatitos y no porque no se lo permita, en sus días de celo no hace los escándalos que otros gatos hacen, es decir maullar para llamar un macho, por el contrario parece que le avergüenza y trata de esconderse. Tampoco fue esterilizada, es más, en una oportunidad un gatito vino de visita y a pesar de su etapa de celo, el “chico” intento un idilio con ella pero termino más golpeado que Tyson.

En muchas ocasiones papá decía que solo le falta hablar, ahora creo que somos nosotros quienes deberíamos aprender su idioma. Doy gracias a la vida por compartir bellos momentos con mi mejor amiga, mi querida Calinita.

Es fácil tener amigos, lo difícil es conservarlos.
Patricia Quisbert

LA TRAPITO
2do lugar

Esta anécdota nace en el momento que nos trasladamos a un nuevo barrio pleno de naturaleza con nuevas amistadas y nuevas actividades…

Uno de esos días un grupo de muchachos se fue a trotar a campo abierto, pero resulta que al volver llegaron acompañados de una perrita pequeña que seguramente los siguió pensando que alguno de ellos era su dueño…

Como no pertenecía a ninguno, era botada de cuanta casa se apegaba y por eso, los mismos chicos le pusieron el nombre de LA TRAPITO…llego a mi casa después de deambular por muuuchas.. y como se le daba de comer y se la trataba con cariño, decidió adoptarnos como su familia

LA TRAPITO, era una perrita de raza indeterminada, más bien diríamos que criolla, de pelito corto de color combinado entre café amarillento, crema oscuro y con el pechito blanco, de hocico fino y ojitos saltones, mirada medio tristona, de tamaño mediano, delgada, esbelta y de cuerpo bien ágil, paraba brincando alegremente alrededor de uno, no perdía la oportunidad de acompañarnos donde fuéramos y le fascinaba corretear gatos.

Realmente fue parte de la familia y una parte muy importante, pues a los años que ella legó también me llego un nietito, al que ya se acercaba con curiosidad total primero, luego con simpatía (apenas lo sentía, escuchaba o lo veía, batía con fuerza su delgada y larga cola y daba pequeños saltitos soltando un ladrido con un sonido especial y característico) y después con ese amor natural que los animales entregan, ella se hizo cargo de Javier, con tanto cuidado que cuando empezó a gatear Javier se iba detrás de LA TRAPITO, se le hizo costumbre como su ejercicio diario, es más, ella nos hacia recuerdo con ese su ladrido especial que lo pusiéramos al suelo para su paseo diario…

Uno de esos días para sorpresa nuestra, vemos que Javier trataba de incorporarse agarrándose de la cola de LA TRAPITO y la perrita se quedó bien tiesa esperando que el logre el objetivo de pararse hasta que se agarro fuertemente de sus ancas y ella empezó a caminar despacito… pasito a paso haciendo de Javier diera sus primeros pasos y cuando el tambaleaba la perrita volvía a quedarse bien quieta…eso también se convirtió en costumbre de todos los días y ..si! ella fue el andador de Javier, prácticamente le enseño a caminar…

De esa hazaña, hace ya 18 años atrás, ya no está con nosotros, pero la dejamos enterrada en el jardín que siga cumpliendo su papel de guardiana de esta casa. Aaaah!... extrañamente LA TRAPITO nunca fue mamá, el único hijo que tan diligentemente atendió fue a mi nieto Javier.

Nora Ferrel Urquidi


MAYLO
3er lugar

Un día en la ciudad de La Paz, llegaste el año 2002 en brazos de mi padre a nuestras vidas eras un pedacito, tan pequeño y capullito, que desde el primer momento que te vino podía creerlo, eras un cachorrito que ni siquiera sabía ladra, apenas habrías los ojitos en esa tu carita negra, fuiste una alegría para toda la familia, de color plomo y cara negra, te pusimos de nombre maylo por el perro de la máscara.

Maylo así fuiste creciendo iluminando con tus travesuras y tu cariño, tu primer ladrido para pedir comida, como molestabas para subir a la cama, tan inevitable no mimarte que te malcriábamos te llevábamos a todas partes siempre querías estar caminando y jugando. Como renegabas cuando no podías bajar las gradas.

Luego mi familia emigro al oriente y te fuiste con ellos, cuando llegaste allá eras un perro citadino todos los insectos, los sapos, etc. te enloquecían querías ir detrás de ellos todo el tiempo, eras tan terco maylo. Las veces que voy de visita como me recibes, me bailas si no se te saluda me das un ladrido para que se te acaricie y me di cuenta lo feliz que estas de verme jamás te olvidas de que eres mi chiquitito que dormido a mi lado y te cuidaba.

Hubo una oportunidad que te atropellaron, me quería morir por que estabas muy mal, no caminabas te arrastrabas, pero luchaste por estar bien y sanito para acompañarnos muchos años más.

Cuando mi mami se enfermo tú no te movías de su puerta echadito observándola porque sabias que estaba delicada la estabas cuidando.

El año pasado te enfermaste de moquillo parecía que morirías, estabas tan enfermito que no tenias ganas de nada, no comías estabas tan flaquito, todos llorábamos por que parecía que te nos ibas, te curamos , te lleve vitaminas para que comas pero aun así enfermo nos saludaste cuando nos viste, ahora Maylo ya estas sano con 8 años que estas con nosotros, sigues siendo el mismo perrito mimado, juguetón y curioso, pero ya los años se te notan estas canoso y te cansas más rápido, pero sigues con nosotros brindándonos tu compañía por mas años. Maylo siempre estarás en nuestro corazón con tu ejemplo de lealtad y fidelidad.


Andrea Villarroel Aquin















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